Cuando el sol aprieta, hay un café que se impone como el rey: el café cold brew. Más suave, más aromático y menos ácido que el café tradicional, esta infusión en frío ha conquistado cafeterías y hogares por igual. Hoy te contamos cómo hacer cold brew en casa fácilmente, con ingredientes simples y sin necesidad de una cafetera sofisticada.
¿Qué es el café cold brew?
El café cold brew también es conocido como café frío, cold brew coffee o infusión en frío de café. Se trata de una bebida obtenida mediante la maceración en frío del café.
A diferencia del café tradicional, no se necesita calor: la magia ocurre con tiempo, paciencia y buena materia prima. Con ello la bebida presenta unos matices en taza muy distintos a la infusión en caliente. Te sorprenderás con la textura en boca, el balance de acidez en taza y el gusto a fruta deshidratada que proporciona esta preparación.
¿En qué se diferencia del café tradicional?
Está claro que el espresso o el café de filtro, que usan agua caliente para extraer rápidamente los sabores del café. Sin embargo, el cold brew se prepara mediante una infusión en frío que dura entre 12 y 24 horas. ¿El resultado?
- Un café menos ácido y más dulce
- Una textura sedosa y un cuerpo redondo y pesado
- Mayor contenido de cafeína que cualquier preparación en caliente.
Beneficios del café infusionado en frío
Además de refrescante, el café infusionado en frío tiene algunas ventajas irresistibles:
- Menos acidez: ideal para estómagos sensibles.
- Se conserva bien: puedes prepararlo con antelación y guardarlo en la nevera hasta 5 días.
- Versátil: se puede tomar solo, con leche, bebidas vegetales o incluso como base para cócteles.
¿Cómo hacer café cold brew en casa?
Con un poco de planificación y estos pasos, puedes disfrutar de un cold brew perfecto desde tu cocina. No hace falta ser barista ni tener una cafetera cold brew profesional para disfrutar de un café infusionado en frío perfecto. Con un poco de planificación y los utensilios adecuados, puedes preparar en casa una bebida refrescante y aromática. A continuación, te explicamos dos métodos: uno con cafeteras de goteo japonesas como la Oji o la Shizuku, y otro más casero, ideal para cualquier cocina.
Método por goteo (cafeteras Oji o Shizuku)
Este método funciona dejando caer el agua poco a poco sobre el café molido. Es ideal para obtener una infusión limpia, con notas florales, cuerpo ligero y una textura sedosa.
Ratio recomendado:
- 1:10 (por cada 100 g de café, 1 litro de agua)
- Café molido medio-grueso
- Agua fría o a temperatura ambiente
- Tiempo estimado: entre 6 y 8 horas de goteo continuo
Consejo El Magnífico. Procura mantener un ritmo constante de goteo (una gota cada 1 o 2 segundos). Si usas hielo en el depósito superior, el resultado será aún más fresco.
Método casero (tipo Toddy o inmersión total)
Si no dispones de una cafetera de goteo, este método es perfecto. El resultado es un cold brew más intenso y concentrado, que se puede diluir después al gusto.
Ingredientes:
- 250 g de café molido grueso
- 2,5 litros de agua fría
- Un recipiente grande con tapa o una jarra
Preparación:
- Mezcla el café molido con el agua en el recipiente.
- Tapa y deja reposar entre 8 y 16 horas a temperatura ambiente o en la nevera.
- Filtra la infusión con una tela fina, un filtro de papel o una prensa francesa.
- Añade un bypass: incorpora 2 litros de agua fría al concentrado para obtener un cold brew equilibrado y listo para servir.
- Sírvelo con hielo, una rodaja de naranja o un toque de leche vegetal, si te apetece suavizarlo.
Listo: ¡ya tienes tu infusión cold brew para disfrutar durante la semana!
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