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Salvador El Cerro
La Finca
La Finca el Cerro está dirigida por Fernando Leto Escobar él cual es la quinta generación en su familia en trabajar en la finca. La caficultura ha estado en su familia por más de 150 años y en la finca cultivan y procesan su propio café ya que son dueños de una pequeña empresa ecológica donde procesan sus cafés. El Cerro está situada en la cordillera de Llamatepec a una altitud de 1.400 – 1.500 msnm.
Beneficio
La recolección es selectiva es decir, se recogen las cerezas en su punto óptimo de maduración. Seguidamente, se pasan a la despulpadora para retirar la pulpa y la piel para después dejar los granos con la capa de mucílago expuestos al sol durante unos 18- 20 días realizando así el proceso Red Honey.
Origen
A una altura entre 500 – 2.365 msnm se localiza la zona cafetalera Apaneca-Ilamatepec, la mayor de El Salvador, donde se ubican las fincas más grandes del país. Está relativamente cercana a las ciudades de Santa Ana y Ahuachapán, pero alejada del bullicio y la contaminación.
El viento de la sierra sopla meciendo una infinita variedad de plantas florales, medicinales y árboles centenarios que hacen sombra a los cafetos. Ha sido por aproximadamente dos siglos, la cuna de café de altura salvadoreño. Ahora además ha sido bautizada como “La ruta de las flores”.
Las lluvias anuales varían de 1.800 a 2.300 mm y las temperaturas de 12°C y 29°C. Las variedades principales cultivadas aquí son Bourbon, Pacas, y otros derivados de Bourbon. Los caficultores salvadoreños están muy apegados a la variedad Bourbon. Los productores, incluso frente a épocas de roya del café, son leales a esta variedad conocida por su gran cuerpo y dulzura. Creen que esta variedad es lo que hace un café distintivamente salvadoreño.
Cultivado en pequeña escala ya en la primera mitad del siglo XIX, desde la primera Taza de Excelencia en 2003, del cual Salvador Sans hizo parte como juez internacional, el país logró quintuplicar la producción de cafés de especialidad y volver a poner en el mapa los cafés salvadoreños.
Las tazas son típicamente de gran cuerpo, cremosas, y muy dulces. El café salvadoreño de altura también expresa una leve acidez cítrica en forma de limón y lima. Los experimentos de beneficio en El Salvador están creando microlotes muy singulares, introduciendo notas de fresas y moras a la taza junto a los demás atributos.
10,50 € – 42 €
Envío gratuito a partir de 40€ de compra. (Península y Baleares)