Ruanda Nyamasheke
Estación de lavado
El fundador de la estación de lavado fue Louis Ndereyimana que empezó en el mundo del café como caficultor con una plantación de 500 cafetos. Su dedicación al cultivo del café le llevo a fundar dos estaciones de lavado operativas en diferentes localidades de Ruanda para procesar las cerezas de los caficultores de la zona que no tienen la infraestructura para hacerlo.
La empresa como tal fue fundada en 1999 con la idea de subministrar café en pergamino a las empresas locales y no fue, hasta el 2017 cuando decidió junto a su familia abrir las dos estaciones de lavado. Tras obtener las licencias necesarias, estableció dos estaciones de lavado: “Nyamasheke Hills Coffee” en la provincia occidental de Ruanda, distrito de Nyamasheke, sector de Kanjongo, y “Birambo CWS” en la provincia occidental, distrito de Karongi, sector de Gashali.
Actualmente, producen aproximadamente unos cuatro contendores (equivalentes a 19.200kg por cada uno) de cafés especiales.
Beneficio
Los caficultores llevan las cerezas maduras a la estación de Nyamasheke para ser procesadas. Una vez allí, el personal de la estación de lavado elimina las cerezas de menor calidad mediante flotación. Luego, un personal especialmente capacitado inspecciona visualmente la cereza restante en busca de defectos visuales. Seguidamente, la cereza se despulpa con un despulpador de discos antes de colocarse en tanques de fermentación para fermentar en seco durante 12 a 18 horas.
Cuando la fermentación ha finalizado, el pergamino húmedo se lava con agua limpia y se coloca en capas finas sobre mesas para que se seque. Aquí, se tamiza regularmente para garantizar un secado uniforme. El pergamino se cubrirá durante las horas más calurosas del día y de la noche para evitar la condensación.
Origen
Introducido en 1904 por misioneros alemanes, el café en Ruanda tiene una historia importante. Allí, el clima, la altitud y la preeminencia de la variedad Bourbon le otorgan unas cualidades en taza inigualables.
A principio de la década de los 90 era su producto de exportación más lucrativo: salían del país unas 45 mil toneladas que daban sustento a muchísimos pequeños agricultores. En 1994, un tremendo genocidio acabó con las vidas de casi un millón de personas y destruyó la economía de Ruanda al eliminar gran parte del conocimiento especializado necesario para cultivar y exportar con éxito.
Hoy, este país produce menos de la mitad de café que exportó en 1990. Sin embargo, pese a los trágicos acontecimientos que han sacudido su historia reciente, Ruanda conserva su enorme potencial en el sector del café.
Con el fin de reconstruir las instituciones agrícolas, la capacidad de producción y el capital humano, se ha diseñado en el año 2000 el Plan de Ayuda PEARL (The Partnership for Enhancing Agriculture in Rwanda through Linkages). Así, los pequeños caficultores pueden vender directamente a los expertos compradores de estos cafés especiales recibiendo altos precios por su excepcional producto.
Hoy aproximadamente 420.000 personas están relacionadas directa o indirectamente a la industria del café. Los precios del café de calidad son más estables que los precios del café comercial, con lo cual se ha mejorado la calidad de vida de muchos caficultores y sus familias. Además, el café también aporta a la reconciliación de las etnias principales: Hutus y Tutsis; ya que los hemos visto trabajando juntos, hombro con hombro, para producir más y mejor café.
11 € – 44 €
Envío gratuito a partir de 40€ de compra. (Península y Baleares)